Fotografía: Edu Gascón
Fue en 2014 cuando Love of Lesbian anunciaba una mini-gira llamada “Espejos y Espejismos”. La banda barcelonesa cambiaba los grandes escenarios y los festivales por los teatros. Después de cuatro años el grupo capitaneado por Santi Balmes vuelve a verse inmerso en esta íntima gira en la que se unen música, teatro y títeres. Ayer “Espejos y Espejismos” desembarcó en el bilbaíno Teatro Campos Elíseos y estuvimos allí para disfrutarlo.
Conviene recordar que Love of Lesbian vienen de vender más de 20.000 copias en 2016 con “El poeta Halley“ y ser Disco de Oro. Han tenido una agenda apretada con conciertos en España, México y Colombia. Ahora con “Espejos y Espejismos” pretenden reflejar las canciones que han quedado algo apartadas de su habitual repertorio pero de una manera mucho más cercana.
La cita era importante y eso se notó en la afluencia de público que casi agotó entradas. Por allí se pudo ver también a artistas locales como Francis y Josi (Doctor Deseo), Aiora y Piti Imaz (Zea Mays), Deu (WAS) y, por lo que me comentaron, alguno de los miembros de Gatibu. Nadie se quiso perder la cita con los de Sant Vicenç dels Horts.
No voy a destripar todo el espectáculo porque, sinceramente, para poder disfrutar de Love Of Lesbian en este formato hay que ir libre de influencias. Lo que sí tengo que decir es que el concierto nos dio la posibilidad de ver al grupo en un ambiente íntimo como pocos. No hay muchos conciertos que te dan la posibilidad de conectar tanto con un grupo, algo que se perdería en un recinto más grande.
Dos horas y media de confidencias. Y es que el diálogo de Santi Balmes con el público fue continuo (en ocasiones se alargó por la improvisación, algo que da frescura en lugar de resultar pesado). Mucha complicidad. Anécdotas con el idioma, con el sufrido aterrizaje en Bilbao debido al viento, con sus hijas… Como el propio Balmes aseguró “intentamos romper la cuarta pared del escenario” (esa que separa al público de los artistas) y vaya si lo consiguieron.
No fue un concierto cualquiera, ni un musical, ni siquiera una obra de teatro. A lo sumo podíamos estar hablando de un concierto teatralizado. Da la sensación de que este formato les sirve como refugio de la vorágine de los grandes shows y, a la vez, es un reflejo de su día a día. Una dualidad que ponen en escena bajo la dirección de Guillem Albà entre sombras chinas, títeres y un Santi Balmes que canta al oído. Impresionante las luces que dan una imagen onírica de un almacén (lleno de cajas de cartón) que pasa a convertirse en la que puede ser cualquier ciudad, cualquier azotea.
Con cada canción que interpretó la banda se nos desveló un secreto. Sentimientos que se encuentran escondidos tras los temas de Love Of Lesbian. Y los allí presentes tuvimos la posibilidad de descubrirlos y sentirlos tal y como Santi Balmes nos los ha cantado a lo largo de la vida del grupo.
Sonaron, entre otras, “Oniria e Insomnia”, “Los días no vividos”, “Un día en el parque” “El planeador” y “El poeta Halley”. El resto del repertorio, como ya he dicho, no lo voy a desvelar. Lo guardo en el baúl de los recuerdos especiales. Quien tenga la posibilidad de disfrutar de “Espejos y Espejismos” que no deje de hacerlo. Una oportunidad única de sumergirse en la mística uno de los proyectos más personales de la banda capitaneada por Santi Balmes.