El pasado fin de semana se celebró la segunda y última jornada del Bilboloop 2018. Una jornada que había levantado grandes expectativas y que contó con la presencia de tres grupos con propuestas interesantes. Por un lado la banda bilbaína Cecilia Payne y por el otro, Dama Scout (venidos desde Glasgow) y los irlandeses Le Boom.
No pudimos llegar al bolo organizado en La Muga con Dead Sequoia y ni al del Ambigú con Birkit. Quienes asistieron a las mencionadas citas aseguran que ambas actuaciones merecieron mucho la pena.
Al escenario principal del Antzoki subieron en primer lugar los bilbaínos Cecilia Payne. Como viene siendo habitual quien actúa en primer lugar se enfrente a un ambiente un tanto desangelado puesto que la gente se lo toma con calma. A pesar de todo daba la sensación de que el cuarteto se sentía cómodo con la gente que fue entrando en ambiente poco a poco.
Nos ofrecieron un sonido que orbita en torno al garage rock, el grunge noventero y el surf oscuro. La banda está formada por Ander (batería), Lucía (guitarra y voz), Barezi (guitarra y voz) y Jone (bajo y voz). Son jóvenes pero con experiencia suficiente como para saber que van a dar mucho que hablar. Canciones como “Fault”, “Freeze”, “Always”, “Rainy”, “Fuck you” o “Away” dicen mucho de lo que esta banda pretende.
En segundo lugar actuaron Dama Scout. Los escoceses venía con unas críticas impresionantes y con un rotundo éxito de público. El Antzoki ya presentaba una entrada más que decente.
Un estilo cercano al krautrock y con un sonido envolvente de guitarras. la voz de Eva Liu Un pop que se aleja de la ortodoxia del genero. Vamos que no siguen las reglas y crean un estilo propio. Mucho futuro para Eva Liu, Daniel Granty Scot Lucci que mezclan estilos tan diferentes como el indie y el punk. Nos regalaron un muy buena ”Sugar”, un sin fin de voces etéreas que iban y venían en “Forget it´s good” y temas imprevisibles como “All in too”, “Paper boy” y “Toothache” con la que terminaron.
Los encargados de cerrar el festival, en lo que al Antzoki se refiere, fueron los irlandeses Le boom. Hicieron honor a su nombre porque el ya abundante público sintió una explosión de sonido y ritmo que pocas veces se ha visto. Tanto Christy Leech como Aimie Mallon necesitan el calor del público y por si la música no es suficiente Aimie se encarga de levantar al personal con una energía que agota. Increíble derroche de ritmo.
Su propuesta musical no me agradó del todo pero hay que reconocer que el personal estaba entregado. El Antzoki se convirtió en una auténtica pista de baile en el que confluyeron electro, indie, house y el pop. Un estallido rítmico y sofisticado que se basta y se sobra con dos integrantes. Una explosión colorista que recuerda a Hot Chip y Caribou.
El Bilboloop nos vuelve a sorprender con artistas emergentes que ofrecen propuestas novedosas. La edición de este año ha dejado un muy buen sabor de boca. Seguro que el año que viene nos vuelven a sorprender.
